Además del aceite de oliva, la
base de casi todas las salsas que preparo para cocinar carne suelen ser el ajo
o la cebolla. Normalmente, para una receta, siempre suelo escoger uno u otro
ingrediente o, al menos, siempre uno predomina mucho más que el otro. En el caso del ajo, como su sabor es mucho más
intenso, casi que con el aceite y un poco de vino, la salsa está lista. Por su
parte, la cebolla admite más acompañamientos, ya que combina mejor con
otros muchos sabores: hierbas aromáticas, productos lácteos, vegetales o
frutas. Así que, dependiendo del tipo de moje que nos apetezca, nos vendrá
mejor uno u otro.
Conviene tener en cuenta también
el tipo de carne que vamos a cocinar, ya que, y aunque sobre gustos no hay nada
escrito, las salsas a base de cebolla suelen combinar mejor con carnes blancas
de aves, pescados, mariscos o cerdo (aunque el cerdo hasta para esto es
versátil), mientras que las de ajo son más utilizadas para carnes rojas, caza o
casquería.
En el plato de hoy, vamos a
decantarnos por las primeras y, además, aprovecharemos una fruta que seguro
que, en esta época del año, tenéis por casa: la naranja. Vamos a cocinar
pechugas de pollo con salsa de naranja.
Ingredientes:
Preparación:
Ingredientes:
- Pechugas de pollo (utilicé 3 pequeñas).
- Aceite de oliva.
- 2 cebollas.
- Naranjas (las necesarias para obtener apróximadamente 1/2 litro de zumo).
- Nuez moscada.
- Pimienta negra.
- Sal.
Preparación:
Cubrimos con una capa generosa de aceite la base de la cazuela en la que vayamos a cocinar. Una vez esté caliente, añadimos el pollo. Cuando la carne esté dorada, echaremos la cebolla y la dejaremos sofreir hasta que se poche. Condimentamos con unas pizcas de nuez moscada, pimienta negra y sal para, finalmente, verter el zumo de naranja y dejar cocer entre 20 y 30 minutos (el tiempo que veamos necesario para que la carne y la salsa se terminen de hacer).
Espero que os guste.
Espero que os guste.