lunes, 18 de agosto de 2014

Pastel de calabacín

Algo olvidados en los tiempos de bonanza económica, huertos y cultivos domésticos resurgen en los últimos años. Y es que no hace falta una gran extensión de terreno para poder tener nuestros propios tomates, lechugas o berenjenas aunque vivamos en un piso en el centro de una gran ciudad. Quizás sea más cómodo comprarlos en el supermercado más cercano, pero si nos animamos a realizar nuestras propias siembras, además de una gratificante experiencia, estaremos contribuyendo a mejorar nuestra alimentación con hortalizas frescas, sanas y con un indescriptible y fabuloso sabor.  

Si os pica el gusanillo de la horticultura casera, podréis disfrutar de productos de temporada como los calabacines que os muestro más abajo. Esta verdura pertenece a la familia de las hortalizas veraniegas y de ella se aprovecha casi todo, ya que hasta sus flores son comestibles. Como en el caso de otros muchos frutos, en su piel se encuentra la mayor cantidad de nutrientes, por ello conviene consumirla. En este caso, al ser un cultivo orgánico y carente de sustancias fitosanitarias, se puede hacer con tranquilidad.



Ingredientes:

  • 450 gr. de calabacín.
  • 100 gr. de cebolla.
  • 100 gr. de puerro.
  • 150 gr. de queso crema a las finas hierbas.
  • 5 huevos tamaño L.
  • Aceite de oliva.
  • Sal.
  • Pimienta.
  • Nuez moscada.

Preparación

Picamos la cebolla, el puerro y el calabacín. Añadimos en primer lugar la cebolla y el puerro a una sartén con la base cubierta de aceite de oliva, pochamos unos minutos y seguidamente ponemos el calabacín. Mantenemos en el fuego hasta que se rehogue. Una vez cocinados, trituramos el revuelto y reservamos dejando enfriar.

En un bol, ponemos el queso crema a las finas hierbas y añadimos los cinco huevos batidos. Mezclamos bien y agregamos el puré de calabacín que habíamos reservado anteriormente. Aderezamos con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada mientras removemos bien para que la mezcla quede homogénea.

Vertemos la preparación en el molde deseado y cuajamos el pastel durante unos 30 minutos a 180ºC en un horno precalentado. Los tiempos pueden variar según el horno, lo más fácil es ir vigilando el pastel durante la cocción, cuando lo pinchemos y la brocheta salga limpia, el pastel estará listo.



Este plato se puede consumir tanto frío como caliente, ya sea de guarnición o como plato principal.

3 comentarios:

  1. Que alegría leerte de nuevo!!!
    Me encanta el calabacín y prácticamente todo lo que lo lleve.
    Este pastel tiene muy buena pinta y seguro que está buenísimo.
    Un saludo!!

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    Respuestas
    1. Gracias! Siempre ando por aquí, pero con casi nada de tiempo últimamente.

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  2. No tengo mucho tiempo para cocinar últimamente con la uni, pero quizá lo pruebo algun fin de semana, me encantan estas cosas!!
    Besos guapa!!

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